jueves, 9 de febrero de 2012

leña al mono que es de goma

En esta ocasión no voy a hablar directamente de Derecho. En el 38 Congreso del PSOE los candidatos hicieron una obligada alusión a la revisión de los Acuerdos 1979 (curioso, siempre se olvidan de los de 1976 y 1994, ¿sabrán que existen?). Europa laica muestra su sorpresa: "ocho años en el gobierno, ¿y ahora me vienes con éstas?".

Al margen de si se trata de un problema de caspa anticlerical o no (pregunten a la ex-Vicepresidenta por su nuevo champú), tengo para mí que la referencia a los Acuerdos es una socorrida muletilla que puede emplearse a placer, en un sentido ("acabemos con los privilegios") o en otro ("no nos planteamos cambiar el actual sistema"). El camaleón cambia de colores según la ocasión, recordaba el Profesor de la Oliva a propósito de otro asunto. En su momento, me dediqué a recoger las noticias de prensa que dejan constancia de los cambios camaleónicos al respecto:

“El ministro de Justicia recuerda a la Iglesia que su futuro está en la autofinanciación”, en La Vanguardia; 24 de Julio de 2005, “El Gobierno apuesta por el cumplimiento generoso de los acuerdos con la Santa Sede”, en El País; 13 de Julio de 2005, “López Aguilar rechaza ahora la reforma de la relación Iglesia-Estado”, en La Gaceta de los Negocios; 13 de Julio de 2005,“El Gobierno «no modificará» los acuerdos con la Iglesia”, en El Mundo; 30 de mayo de 2005, “El ministro de Justicia dice que no es "sostenible" financiar a la Iglesia indefinidamente”, en El Pais; 3 de marzo de 2005, “El Gobierno no modificará los Acuerdos Iglesia-Estado en esta legislatura”, en ABC; 5 de mayo de 2004, “El Gobierno reconoce que planea reformar los acuerdos Iglesia-Estado” en ABC; 16 de enero de 2006, “López Aguilar, que participó en los «Desayunos Informativos» de Europa Press, explicó además que «toca y razonablemente» revisar el Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos económicos, firmado en 1979”, en La Razón.

Leña al mono, que es de goma. Los Acuerdos son un mono de goma particularmente caro a ciertos políticos. Tengo para mí que el tema volverá una y otra vez a la palestra (“ Canis reversus ad suum vomitum ”, et “ Sus lota in volutabro luti” II Pet. 2, 22, hoy me ha dado por el latín) dependiendo de si aparece en el horizonte algún otro simio con el que practicar el boxeo sin temor a salir lesionado. ¿Una nueva acción bélica del tío Sam? ¿Una reforma laboral? ¡Quién sabe! Desde luego, como se entere Peter Singer de que los políticos españoles practican el boxeo con simios, vamos a tener un conflicto internacional de aúpa...

Amigos, no hace falta que Rubalcaba ni que Chacón se pongan a reformar, suprimir o enmendar Acuerdos. Del trabajo sucio, a la chita callando, ya se encarga nuestro Tribunal Constitucional. Sí, sí, ése que "para acercarse a los ciudadanos" organiza plenos fuera de su sede. O sea, que organiza giras como si de una buena banda de rock se tratara; habrá que estar atentos al Constitutional Court Tour 2012... A lo que voy: el Tribunal Constitucional ya se "encarga de cargarse" los Acuerdos; vean este artículo de Rafael Navarro-Valls, del que deduzco (¿apresuradamente?) que el sistema de selección de profesores de religión católica (artículo III de este Acuerdo) ha sido enterrado por la "Pascual Sala Blues Band".  

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