XIV Coloquio del Consorcio Latinoamericano de Libertad Religiosa
Córdoba (Argentina), 1 y 2 de Septiembre de 2014
"Protección penal de la Libertad Religiosa”
El Derecho Eclesiástico atraviesa todas las ramas del Derecho, y entre ellas también el Derecho Penal.
La libertad religiosa, siendo uno de los bienes más valiosos para las personas, merece también una protección penal, de manera que los atentados más graves contra ella sean debidamente castigados. El factor religioso puede también entrar en consideración en la tipificación de delitos o en la fijación de penas, sea para agravarlas o para atenuarlas.
La propuesta para nuestro Coloquio de este año 2014, es responder a las siguientes preguntas, en relación a cada uno de nuestros países para permitir un estudio comparado y un aprendizaje compartido en esta materia:
- ¿Es la libertad religiosa un bien jurídico específicamente protegido por la legislación penal de nuestros países?
- ¿El factor religioso es tomado en cuenta por el Derecho Penal, sea para la tipificación, sea para la agravación o para la morigeración de las penas, en relación a algunos delitos?
- ¿Toma en cuenta la condición de ministro de culto para la tipificación de delitos, o para el agravamiento o morigeración de penas?
- ¿La discriminación religiosa es un delito o una circunstancia penalmente relevante? ¿Cómo se la configura?
- Los templos, lugares religiosos y objetos destinados al culto o la veneración, ¿reciben protección penal?
- ¿Se garantiza la libertad religiosa de las personas a las que se imponen penas privativas de libertad?
- ¿Se sanciona penalmente la expresión de odio religioso?
Estos interrogantes se plantean de manera indicativa, y no quitan que puedan abordarse otras cuestiones, como la relevancia del factor religioso en el derecho penal internacional, o las vinculaciones entre el derecho penal de los estados y el derecho sancionatorio interno de las confesiones religiosas, por ejemplo.
Con facilidad podríamos concluir que la amenaza a los derechos fundamentales es un fenómeno que sucede lejos de nuestras fronteras. Ciertamente es así en la materia de la que se ocupa este blog. Nadie en Europa es asesinado por sus convicciones religiosas. A nadie se le aplica una pena por tener, no tener o cambiar su religión.
No obstante, es bueno estar alerta allí donde aparecen los primeros síntomas de intolerancia, discriminación o de sistemático ejercicio de expresiones cuanto menos negativas. Porque de un clima socialmente aceptado de presión negativa (expresiones, pintadas, destrucción de bienes materiales, y un largo etcétera) en contra de determinadas creencias religiosas, a cargo de agentes no estatales, bien se puede seguir con el tiempo una abierta persecución.
De ahí que la labor que se viene desarrollando en la denuncia de actos de intolerancia contra el cristianismo en Europa y en España, resulte de una importancia capital para tomar el "pulso axiológico" de las tendencias que podrían venirse encima. En tal sentido, me parece recomendable leer estos informes disponibles a través de la red:
"Ataques a la libertad religiosa en España 2013", a cargo del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia, disponible a través de este vínculo.
"Observatory's Report on Intolerance and Discrimination against Christians in the Year 2013", a cargo del Observatorio Europeo sobre Intolerancia y Discriminación contra los Cristianos en Europa, disponible a través de este vínculo.
Comparto la opinión de Malcolm D. Evans, expresada en este artículo, de que en materia de derechos fundamentales (la libertad religiosa en particular) corremos el peligro de reducir la actualidad y la práctica a un problema de "fobias". Pero no es menos cierto que las alarmas sociales deben estar en buen estado, sensibles a las alteraciones, de forma que no nos insensibilicemos ante quienes han declarado la guerra fría contra el Estado de derecho en razón de una razón que se ha vuelto loca.
Música: una sugerente versión de "A Casa" de Rodrigo Leao.
Organizado por el Departamento de Derecho eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid y la Vicaría Episcopal del Ejército de Tierra.