viernes, 18 de diciembre de 2009

Estrasburgo y el crucifijo en las escuelas (me repito en el tema, lo siento)


"Estrasburgo y el crucifijo en las escuelas"
Javier Borrego, ex magistrado del TEDH
Diario El Mundo, 17 de Diciembre de 2009


EL TRIBUNAL Europeo de Derechos Humanos no nació en 1950 en una torre de marfil, sino en y desde las tragedias del nazismo y del comunismo. Ha sido, desde su entrada en funcionamiento en 1959, una institución muy útil, y tiene que seguir siéndolo. Y precisamente porque es la última instancia europea en la protección de los derechos humanos de quienes a él acuden, tiene que ser siempre ejemplo de lo que el Tribunal exige a los jueces europeos: que desde la imparcialidad subjetiva y objetiva apliquen el Derecho al caso concreto a decidir, como decía ya en el siglo XIII nuestro Fuero Juzgo.

Pero desde el comienzo de este siglo, Estrasburgo está produciendo -primero muy aisladamente pero en los últimos años con una cierta periodicidad- una especie de lecciones profesorales, que no sentencias, que ponen en evidencia una realidad preocupante en la institución. En el Tribunal Europeo, como ocurre en varios estados del continente, la presencia de profesores en altos tribunales es algo cada vez más frecuente. Y los profesores devenidos en jueces son, salvo notorias excepciones, unos pésimos jueces. Admiro a muchos profesores, pero aplicar el Derecho al caso no es algo que, en general, les entusiasme. Ellos piensan que, una vez llegados a jueces, es el momento de trasladar sus previas opiniones a la sentencia, convirtiendo al tribunal en un órgano legislador.

Esta apreciación sobre lo que está ocurriendo no es sólo personal, sino que públicamente la sostienen, por ejemplo, algunos profesores. Así, cuando se discutía la recusación en el Tribunal Constitucional del juez profesor Pérez Tremps, 40 profesores de su misma área publicaron un manifiesto, (El País, 10/02/07) en el que decían que con la recusación «estaríamos destinados a tener un TC lleno de ilustres desconocidos, personas desprovistas de opiniones previas antes de acceder a la magistratura».

(Sigue aquí).

5 comentarios:

  1. Quizá sea una pregunta tonta; pero en estos casos no debería servir para algo el Relator Especial???
    Un saludo.

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  2. No entiendo la pregunta. Si pudieras ser más explícito, tal vez podría orientar

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  3. Respecto al tema de quitar los crucifijos en los colegios, etc... ¿El Relator Especial no podría hacer un informe para denunciar esta situación?

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  4. Creo que la intervención del Relator Especial de Naciones Unidas exige la previa invitación del Estado. Si esta fuera concedida, habría que ver después si su informe se queda en un diplomático tirón de orejas y si analiza el problema desde dentro, desde la perspectiva internacional combinada con la del derecho interno. En fin, podría ser una idea... Gracias.

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  5. ok!Ahora entiendo mejor la figura del Relator Especial que vimos en clase. Gracias.

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