La Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado dedicó una sección monográfica de su número 57 de octubre 2022 a “Objeción de conciencia y vida humana”. Una idea personal: la objeción de conciencia se está viendo sometida a un doble rasero cuantitativo y cualitativo. Si es planteada por un grupo religioso no convencional, con pocos seguidores, respecto de temas sin índole moral, los estados occidentales no tienen mayor inconveniente en admitirla. Pero si la plantean seguidores de un grupo religioso conocido (no digo que mayoritario) en cuestiones con dimensión moral (aborto y eutanasia, sexualidad, etc.) los objetores se transforman en villanos que perpetran un ataque político en toda regla contra el sistema democrático. Pura hipocresía revestida de argumentos serios.
Mientras escribo esto las tropas rusas se preparan para asaltar Kiev. La ONU y la UE han sido un rotundo fracaso. Cansado de títeres burocráticos globalistas internacionales.
Música: "Da pacem, Domine!" de Arvo Pärt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario